Las excusas tenían razón. Siempre

No estás donde estás por casualidad.

Ni siquiera por causalidad.

Estás donde estás porque un día tomaste una decisión y la llevaste a cabo.

Ignoraste las excusas que te bombardeaban para convencerte de que no lo hicieras.

Ojo, este razonamiento es válido tanto para lo bueno como para lo malo.

“Lo malo” que tienes ahora en tu vida también es fruto de decisiones que tomaste.

Sin hacer caso de la “vocecilla” que te decía que no lo hicieras.

Bueno, pues yo misma soy consciente de que estoy donde estoy por las decisiones que tomé en su día.

Las buenas y las malas.

Lo que tengo claro es que, una vez tomada una decisión, yo voy adelante con todo.

Para bien y para mal.

Por ello hoy puedo decirte que estoy muy satisfecha del resultado conseguido con los proyectos con los que he trabajado hasta ahora.

Y ya sabes que esto no sería posible sin los empresarios y profesionales comprometidos que contratan mis servicios o aquellos con los que trabajo en las mentorías.

Mi éxito no existiría sin esos clientes y alumnos que lo dan todo.

Porque yo te acompaño, pero los resultados los consigues tú.

He podido llegar aquí hoy porque mis alumnos y clientes NO se creyeron sus excusas y trabajaron duro.

Porque las excusas son muy listas.

Se disfrazan de razones para que no las ignores.

“Ese método a mí no me servirá porque he probado muchas cosas y no me han funcionado”.

“Ahora no puedo hacer X porque no tengo tiempo”.

“Este año imposible acabar Y porque mis hijos son muy pequeños”.

“No puedo cambiar de trabajo porque necesito los ingresos ahora”.

Lo que sucede es que las “excusas” tienen razón.

Te ofrecen motivos verdaderos para que les hagas caso.

Solución: preguntarte si hacer caso a la excusa te ayudará a cumplir tus planes o te mantendrá donde estás ahora.

Si la excusa disfrazada de razón te lleva a donde tú quieres ir, perfecto.

Hazle caso a la excusa.

Si, por el contrario, te mantiene en una situación que a ti te gustaría cambiar, tal vez deberías ignorarla y lanzarte.

Hoy, más que nunca, es el momento.

Y, para empezar a cambiar, aquí te dejo el enlace a mi agenda para que nos reunamos tú y yo:

INMA, VAMOS A QUEDAR QUE VOY A POR TODAS

Para derribar excusas y empezar a construir los resultados que quieres.

Que los resultados se construyen desde hoy mismo.

Ya.

Si lo que estás buscando ahora es vender más de lo que has vendido hasta ahora, empieza por hacer algo diferente a lo que has hecho hasta ahora.

Digo yo.